CHARLA CON FRANCO NEMBRINI (13/04/2014)

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Poniendo el ratón en el titulo podéis ver y disfrutar del video con su intervención completa. [/fusion_text][/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_4″ last=»yes» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][fusion_imageframe lightbox=»no» lightbox_image=»» style_type=»glow» bordercolor=»» bordersize=»4PX» borderradius=»4PX» stylecolor=»» align=»none» link=»» linktarget=»_self» animation_type=»0″ animation_direction=»down» animation_speed=»0.1″ hide_on_mobile=»no» class=»» id=»»] [/fusion_imageframe][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container][fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_2″ last=»no» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][fusion_text]Comenzamos haciéndole una pregunta: ¿De dónde nace este libro, de dónde nace este interés por la educación?, a lo que nos contesta:

“Nunca habría pensado escribir un libro sobre educación. No creo que tenga nada que enseñar a nadie. Mis amigos han cogido algunas intervenciones en encuentros como éste y han hecho este libro. Y les dije, si lo publicáis se podría titular “Yo he visto educar”. Educar no es una teoría que se repita, eso nunca, educar es algo vivo, permanentemente cambiante, según el chico, la circunstancia, el momento, etc. Yo he visto hechos, Cuento lo que he visto. La editorial italiana dijo que era un título “difícil”! Y ya veis, lo han cambiado”. [/fusion_text][/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_2″ last=»yes» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][fusion_text]Comenzamos haciéndole una pregunta: ¿De dónde nace este libro, de dónde nace este interés por la educación?, a lo que nos contesta:

“Nunca habría pensado escribir un libro sobre educación. No creo que tenga nada que enseñar a nadie. Mis amigos han cogido algunas intervenciones en encuentros como éste y han hecho este libro. Y les dije, si lo publicáis se podría titular “Yo he visto educar”. Educar no es una teoría que se repita, eso nunca, educar es algo vivo, permanentemente cambiante, según el chico, la circunstancia, el momento, etc. Yo he visto hechos, Cuento lo que he visto. La editorial italiana dijo que era un título “difícil”! Y ya veis, lo han cambiado”. [/fusion_text][/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_3″ last=»no» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][fusion_text]Su respuesta no se queda allí, da un paso más allá, nos introduce en el sentido profundo de la educación: “Yo me equivoco mucho, no soy para nada un padre modelo. Si nos creemos que dar la vida es solo en el sentido biológico, también la dan las gallinas!, Un hombre y una mujer hacen otra cosa, cuando dan la vida “dan un sentido a las cosas, su grandeza, su positividad”. He dedicado el libro a mis padres, porque ellos me transmitieron esto. (No solo la vida, sino también “su sentido”)”

Viendo la situación actual, hace un juicio sobre los jóvenes de hoy, del drama que viven y al que necesitan obtener una respuesta:

“Esta es una generación de jóvenes que sufre mucho. No se sienten queridos, amados, perdonados. La educación es un “perdón”. Esta es una generación de chicos que no le encaja a nadie”. [/fusion_text][/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»2_3″ last=»yes» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][fusion_text]Para aclararnos lo que él entiende por educación nos pone un muy bonito ejemplo al que une sorprendentemente al drama de la libertad:

“Para mí ha sido muy significativo, y donde entendí mejor lo que era la educación, fue cuando hice un viaje al Sur de Italia, donde iba con el coche hacia allí y de pronto me encontré en un sitio del camino, donde se vio de un modo imprevisto e increíblemente bello: el mar, y dije: “Es el mar, hay mar”!! Era ese grito que le reconocía! que indicaba su belleza, su existencia, su correspondencia, y que estaba allí! La educación es eso, indicar la belleza de lo encontrado!

-El hijo necesita de su libertad, siempre pongo este ejemplo. Es como ver a tu hijo metido en un pozo de agua sucia, al lado una duna de arena y a continuación el mar. Pero a ti, adulto, te entran ganas de llorar viendo a tu hijo en el pozo de agua sucia porque sabes que está hecho para el mar, y lo ves ahí hundido ¿qué haces? ¿Qué es la educación? ¿Lo coges a cuestas y lo llevas al mar?. No, esto es una violencia. La libertad es la primera palabra.

Hay que dejarle vivir en libertad. Sólo le puedes gritar, ¡hijo, levántate, que está ahí el mar! Pero él debe abandonar el pozo para poder ver el mar. ¿Cuándo tomará la decisión? No lo sabemos, porque cada chico tiene su tiempos, los de la libertad”. “Los hijos están bien hechos, su corazón reconoce perfectamente lo bueno, lo bello, lo adecuado. Cada uno tiene que hacer su propio intento” [/fusion_text][/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»3_4″ last=»no» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][fusion_text]Nos advierte del sentido de las palabras, que muchas veces usamos sin darles el peso correcto y adecuado:

“¿Qué queremos decir cuando les decimos que les queremos? Aprendamos a respetar lo que quieren decir las palabras, ya que todos no queremos decir lo mismo cuando les decimos “que les queremos”. “Es como si les dijésemos: yo te quiero, claro que te quiero, soy tu padre, tu madre, ¡con todos los sacrificios que he hecho por ti!, y esto ya les “dobla” (les machaca) mucho. Y seguimos: ¡claro que te queremos! Pero cuanto más te querríamos si cambiaras…, al menos lo suficiente….” [/fusion_text][/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_4″ last=»yes» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][fusion_imageframe lightbox=»no» lightbox_image=»» style_type=»glow» bordercolor=»» bordersize=»4PX» borderradius=»4PX» stylecolor=»» align=»none» link=»» linktarget=»_self» animation_type=»0″ animation_direction=»down» animation_speed=»0.1″ hide_on_mobile=»no» class=»» id=»»] [/fusion_imageframe][/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_2″ last=»no» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][fusion_text]Y profundizando más, nos introduce en una nueva dimensión, “el perdón”:

Muchos chicos tienen estos sufrimientos: no hay nadie que les perdone. A mi hijo le tengo que decir: “yo doy la vida por ti ahora, así como eres”.

Si yo digo “doy la vida por ti si tú cambias” eso es un chantaje. Les perdonamos si vivimos en esa gratuidad con la que le hemos traído al mundo. [/fusion_text][/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_2″ last=»yes» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][fusion_text]Y nos hace un símil entre el Amor de Dios y el amor a los hijos:

“Hay un modo de decirle ¡”te quiero”! en la vida cotidiana que no es verdadero. Dios nos ha querido siendo nosotros aún pecadores: “…en esto consiste y está el amor” (San Juan). Os quiero tanto que doy mi vida por vosotros. Cristo no dijo: “antes tenéis que cambiar un poco”. ¡No!, Si hubiéramos tenido que cambiar, si esa hubiera sido la condición, Cristo no se hubiera hecho hombre”. [/fusion_text][/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_2″ last=»no» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][fusion_text]Nos queda aún la cuestión de la dificultad en la que nos encontramos a la hora de educar y se manifiesta así de contundente:

“¿Por qué la educación es fácil, es simple? Porque es un testimonio. El problema somos nosotros, Es el problema de la conciencia que tenemos de nosotros mismos y de nuestra vida. Educar es fácil porque el peor de vosotros siempre puede gritar ¡hijo, hay mar!, aunque sea un padre iracundo, una madre débil, aunque seáis una pareja que no paráis de pelearos.

Vuestros hijos todo esto lo han perdonado. Lo que nuestros hijos no pueden perdonar, lo que les mata de tristeza es que no exista “el mar” al que mirar, al que poder llegar. No nos piden que seamos buenos, no miden nuestros defectos y errores, ya los conocen, no se les pueden ocultar, engañar. Nos piden “el mar”, que no somos nosotros, el mar es la realidad infinita que ha puesto Dios”. [/fusion_text][/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_2″ last=»yes» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][fusion_text]Concluye con esta indicación:

“Solo sabemos una cosa, que al adulto que grita: ¡Hay mar! algo del mar le brilla en sus ojos. Si ven en los ojos del adulto algo del mar del que grita, ellos empiezan a ver que hay otra cosa. El corazón de nuestros hijos lo ha hecho Dios para el infinito”.

“Lamentablemente vivimos con una generación entera de adultos que no tienen “mar”, que no tienen razones de esperanza y felicidad para sí mismos y por lo tanto tampoco se la pueden dar a sus hijos”.

Finalmente nos anima a que: “Estemos juntos, eso es muy importante para tratar de ayudarnos, no hay otra manera que la de ser acompañados en esta aventura, donde el “mundo” ha perdido de vista “el Mar”.

Texto no revisado por el autor. [/fusion_text][/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_1″ last=»yes» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][fusion_text][/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

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